Sancti Spiritus

 

Volver al mapa

¡¡Encuentro con mi amiga Silvia!! Una vez llegada a la estación, aguanté la atención de un empleado de ésta, mas un taxista, que querían llevarme a algún sitio. Yo llamé por teléfono a la residencia a ver si doña Silvia andaba por allí, pero ya había salido; y tras 10 minutos de espera allí apareció con dos amigas mejicanas: Gaby y Rosi. Nos montamos en un carretón con una mula y nos dirigimos a la residencia de estudiantes. Eso sí, tras dejar mis pesados bultos, nos dirigimos a un bar del parque a probar mi primer ron, que resultó ser Ron La Palma, y que nos bebimos con limón. Entre la charla y el reseco, nos bebimos mas de media botella entre las dos, y nos volvimos con cierta alegría en el cuerpo a la residencia.

En el camino nos cruzamos con Gaby, que nos dice que salimos ipso facto a "las cuevas". Yo pienso en unas cuevas naturales con una fiesta, pero la verdad es que terminamos en Trinidad...

 

Viñeta que nos sucede caminando por la calle hacia la residencia. Dos tipos en bicicleta comienzan a chistarnos y a piropearnos con tan mala suerte que se meten un gran guarrazo en la bici por no mirar a donde van. Uno de ellos se queda en el suelo mirando hacia abajo, y el otro se va hacia delante completamente avergonzado. Nosotras, evidentemente, nos partimos de la risa...
Historias de Sancti Spiritus: Por lo que me han dicho, te cae mas tiempo de carcel por matar una vaca que por matar a un ser humano. Debe haber muchas restricciones, y aunque la vaca sea tuya (bueno, en el régimen comunista, "tuya" es relativo), no puedes matarla sin permiso. El tema es que por acá pasa el tren, y hubo una temporada en que la gente ataba a las vacas al lado de la vía y cuando el tren se acercaba, las soltaba y las espantaba. Luego debía comérsela todo el barrio.
Hay un puente por encima de una carretera sin tráfico que nadie usa ya. Hubo una vez que prohibieron cruzar a pie la carretera, y por eso se construyó. Pero... ¿por qué? ¡¡si no hay tráfico!!

 

Bueno, ésta es nuestra habitación en la Residencia de estudiantes. Dicha residencia es una especie de gaztetxe por la que Silvia pagaba 1,80 dólares incluyendo un rancho apestoso que yo no llegué a probar (Silvia no me dejó) pero que sí pude observar. Eso sí, el agua de la ducha salía con presión, y podíamos observar las fotografías que dejan pegadas l@s estudiantes que pasan allí el año: desde fotos de anuncios de cosméticos hasta fotos de actores y actrices. Lo demás: cuerdas en las que colgábamos nuestra ropa y algunos mosquitos que en esa ciudad en particular a mí me causaban un poco de alergia y me salían grandes ronchas rojas y ardientes... Encima a mí, como invitada de Silvia que compartía su habitación, no me cobraban nada... Yúju!!!!

Cumpleaños de Lucy: la niña de las fotos. Al Tercer día, domingo, me entero que estamos invitadas a un cumpleaños. Cuando nos despertamos, Silvia tiene unos serios problemas estomacales ocasionados por la juerga el día anterior en Trinidad; y hacemos tiempo allí hasta que se sienta mejor. Sin embargo, aparece Chui (diminutivo extraño de Jesús), otro estudiante mejicano, y nos dice que salgamos pitando porque un coche nos espera; así que sin desayunar ni leches aparecemos en esa casa absolutamente llena de gente. Se me presentan 800 personas y soy incapaz de memorizar sus nombres, y directamente me ponen un mojito en la mano como desayuno. Evidentemente, no puedo rechazarlo, y comienzo una dinámica borrachuza que me durará todo el día... la fiesta incluye la llegada de un payaso que ameniza a los niños mientras los adultos nos emborrachamos al lado del ventilador de la sala...

Otros dos personajes de la fiesta: Serguei, el rasta, que a lo largo del día terminó haciéndome bailar salsa; y otro tipo que le llamaban el chino, que me pidió el cuaderno para escribirme cosas en inglés... ¿a que vino ésto? ¿De donde se pensaba que era? Luego fui descubriendo que algo en mi aspecto hacía que me confundieran con Yanqui!!! Leches!!! ésto no me había pasado nunca...

Aquí salgo con Félix, un amigo de Rosendo, el padre de la criatura. Un tipo encantador con una fiesta encima de la leche, lástima que las siguientes veces que estuve con él estaba algo malucho, y no pude tener una fiesta loca, loca en Trinidad que me había prometido. Bueno, algún día será... Respecto a las de abajo, a la izquierda, el chavalito del tatuaje es Robi, hijo de Rosendo y hermano de la homenajeada, que era clavadito a Frodo y que debía ser un rompecorazones por lo que me contaron...

La otra foto la pongo por una promesa... me hicieron prometer que no iba a eliminarla de la super cámara digital, y ya que está no voy a quitarla. Como curiosidad, mis dientes llamaban mucho la atención, porque allí todo el mundo se pone aparato cuando tiene los dientes torcidos. Es que esto de la sanidad gratuíta....

Aquí Rosendo, el padre de la criatura, en uno de sus sucesivos suministros de bebidas alcohólicas... en este caso pasamos a los cubalibres, aunque otras veces traía cerveza, mojitos, etc... hacía un calor tremendo, y los hielos se derretían de la misma; por no hablar de la gran sudada que teníamos todo el mundo, así que la bebida entraba de muerte. Mas tarde también hubo comida: plato de carne de puerco con arroz con fríjoles, helado...de tó, vamos....

A la izquierda aparece una chica que creo que era la cuñada de Rosendo (bufff, es que era tanta gente que no recuerdo bien) con su novio italiano, que apenas hablaba: no paraba de trincar cerveza con una mueca de felicidad en la cara. Abajo, pese a lo que pueda parecer, Silvia no estaba borracha. Dado el estado de su estómago esa mañana, creo que directamente no bebió alcohol en todo el día, o a lo sumo, a última hora del día...

A la izquierda, el amigo mejicano, Chui, en pleno combate con Silvia; y luego ya se comienza a ver los momentos de fiesta loca con un montón de espontáne@s que se levantaban a bailar salsa en la sala, una vez apartada la mesa y la alfombra...

Aquí ya había llegado la hora de comer. El que está a mi izquierda es un tipo llamado Joan, que directamente cada vez que me veía me entraba a saco. Daba igual que estuviera una chica con él que aparentemente era su novia (me decía que allí las relaciones eran muy liberales mientras dicha chica me miraba con cara de odio). Me dijo también que era el presidente de la comunidad judía de Sancti Spiritus, pero las contestaciones que me dio cuando le pregunté cosas sobre la situación de Palestina hizo que prefiera alejarme de él antes de estrangularlo...

Debajo a la derecha llega el momento histórico: tras horas de presión, accedo a bailar salsa... buff... lo que hace el ron.

Arriba, el amigo Chui... estaba bantante dormidillo, porque él también había tenido juerga el día anterior, aunque no en las cuevas con nosotr@s. Y luego, a la derecha Christian, el chico argentino junto con el Rasta.

A la derecha, foto familiar: Robi y Lucy, hermanos de padre; y detrás un primo de ellos que vive en Suecia y que estaba de visita. Nos dijo algunas frases en sueco que evidentemente no entendimos, aunque se hizo mucho de rogar...

Abajo, de nuevo los dos australianos... resulta que en algún momento del día anterior, en medio de la fiesta loca, alguien les invitó también al cumpleaños, y ahí que aparecieron. Yo apenas hablé con ellos: el de la camisa azul chapurreaba castellano, pero el otro no hablaba ni papas; y Silvia que luego estuvo mas con ellos dijo que eran unos tordos y unos tacaños....

He aquí la foto responsable de que tenga que conservar esa horrorosa de antes de mis dientes. Las gafas eran de Lucy, la cumpleañera; y eso que lleva en la mano era Mate, que el tío capullo estuvo mezclando con café, con agua, con ron, con cerveza... hay que decir que con ron está que te cagas, y con agua y café también, pero con la cerveza era ciertamente repulsivo...

Bueno, fin de la fiesta de cumpleaños. Esto es al día siguiente, en la calle principal de Sancti Spiritus, dirigiéndonos a la universidad a que Silvia hiciera unas cuantas gestiones, porque recordemos que aunque yo estaba de turista, Silvia estaba de estudiante, haciendo su tesis de fin de carrera... Abajo, una foto del interior de la universidad. Mas adelante vi unas cuantas universidades más, y he de decir que la de Sancti Spiritus era la mas cutre en todos los sentidos (al igual que la residencia de estudiantes). Aun así, el jardincito del interior tenía su encanto... Abajo a la derecha, la residencia, con un "amplio" patio interior con un campo de baloncesto... ahí aparecen Silvia en camisón y una mujer que era algo así como la conserje de la residencia, que se llamaba Caridad...

Bueno, aquí mi retorno a Sancti Spiritus. Llegué de Santiago de Cuba un lunes a las 6 de la mañana y ahí tenía esperándome a Silvia y al rasta. Esa misma noche tenían organizada una cena de despedida (otra despedida más, ese pueblo no sale de las despedidas) en una casa. Allí no te vas a un restaurante para que la cosa salga barata: nos metieron en una casa particular y allí nos cocinaron pollo, arroz con fríjoles, y nos dieron zumo de mango...

En la foto de la derecha estaba llamando a Hipólito a Santiago de Cuba para tranquilizarles de que había llegado a mi destino sin problema...

Sobre estas líneas y a la izquierda, nueva persona conocida que luego se vendría con nosotros a Santa Clara y a Varadero. El muchacho de la camiseta de rayas es Luagui (no se como se escribirá); otro saharaui que estudiaba ingeniería en Santa Clara y que estaba en Sancti Spiritus pasando unos días. Será quien nos lleve más adelante a su residencia de estudiantes, y es el saharaui ateo del que he hablado antes. No veáis como bebía el condenado...

Abajo, a la izquierda, Vader soltando un discurso en "italiano": Estimadini compañerini....

En la foto de encima en la que salgo, el chico de al lado mío era profesor de veterinaria; y el del fondo era un animador de hotel que se iba a largar a Italia con una italiana que había conocido y que según él estaba loquita por él... era un golfo....

A la izquierda, primera y no última foto en la Bolera. En Sancti Spiritus había tres sitios donde se reunía la gente cubana: la bolera, el karaoke, que saldrá más adelante en una juerga desaforada, y luego un puesto que tenía mesas en la calle, en plan chiringo, que era el último que cerraba...

A la derecha, la casa a la que nos íbamos a comer los discos (que era pan con queso, mayonesa o ambos a la vez) y a beber un delicioso refresco de limón. El que está a la derecha era un amigo del rasta llamado Jorge Bonachea; que se había casado con una mejicana y estaba a punto de largarse a méjico.

Abajo, la chica con la que salimos Silvia y yo es Lily, una bailarina muy maja que por una vez tenía mi edad (es que tod@s eran estudiantes y jovencit@s). Tenía un niño de 12 años, y una vez estuvo a punto de venirse por trabajo a Francia pero por no dejar solo a su hijo, que por aquel entonces tenía 4 años, tuvo que renunciar. Estaba loca por bailar bakalao: si algún día se viene habrá que llevarla a algún antro bakaluti de perversión: se iba a morir del gusto...

Aquí mi única visita turística en Sancti Spiritus. Lo único que se supone que merece la pena ver es este puente: el puente Yayabo, construido en piedra en 1815. Lo de encima es la iglesia parroquial mayor del espíritu santo, que fue originalmente construida en madera en 1522 y reconstruida en piedra en 1680; siendo la más antigua de Cuba levantada sobre sus cimientos primitivos.

Aquel día decidimos ir a despedirnos de Rosendo y de su mujer, porque al día siguiente nos íbamos a Santa Clara y luego yo ya pretendía no volver nunca más a esa ciudad (esta vez sí que lo conseguí. Bueno, en realidad pasé por ella pero lo justo para ducharme, coger la mochila y largarme a Trinidad)

Al pie de estas líneas, juerguilla en Sancti Spiritus. Había un apagón general, así que el Karaoke estaba cerrado: estuvimos en el parque, en la bolera (que sí que tenía luz)...

Abajo, en la piscina. Sancti Spiritus está en el interior, y cuando el calor aprieta hay dos opciones: ir a Trinidad a la playa o irse a la piscina de un hotel cercano, que es la que sale abajo. Pagabas tres dólares por entrar, pero luego tenías derecho a consumírtelos en comida, en cerveza o en lo que quisieras. También aprovechamos para jugar al ping pong, porque tenía una especie de salón de juegos; porque al final de la tarde se nos puso a llover...

Y ahora síííííí!!!!! mi última juerga en Sancti Spiritus!!!!! esa noche sería la última de la Noe en esa ciudad!!!! No es que la odie, la gente allí era maravillosa, pero de verdad que era una especie de agujero négrido al que, quisiera o no, siempre acababa retornando.

A la izquierda, Silvia en pleno baile con Lily, la bailarina de la que hablé antes. En la foto de abajo se aprecian los pedazo de ojos azules que tiene... mas abajo otros momentos de locura...

Esta, la entrada al karaoke:

Estos dos que salen con Silvia, eran dos locas encantadoras... bueno, el efecto loca creo que puede apreciarse....

FIN DE SANCTI SPIRITUS!!!!!

Pasar a la siguiente ciudad