Wellington

 

Nuestro primer contacto con Wellington fue simplemente de paso. Allí cogimos un Ferry para largarnos a Picton, en la isla sur. Nuestro ferry es el que se ve arriba, el interislander. Luego hicimos buenas migas en el viaje con el caballero de la foto, un vendedor de postales que iba a la isla sur por trabajo, y que nos dio su dirección por si nos apetecía cenar con él y su mujer cuando volviéramos a Auckland. Muy majete, y además hablaba un poco de castellano.

     Como anécdota, comentar que allí nuestro mp3 dio su último gran coletazo. Mientras esperábamos a la cola para montarnos en el ferry, le dio por funcionar y nos marcamos una de rumbas la Kris y yo batiendo palmas y cantando a ojos de brujo. La gente nos miraba asombrada (creo que allí el flamenco es tan conocido como la muñeira o la sardana), pero como ya nos estábamos dando cuenta de que en ese país íbamos a dar el cante quisiéramos o no, qué mejor que ya hacerlo con plena consciencia...

ir a la siguiente página

Excursiones en Wellington

    Al despertarnos, nos duchamos (la higiene es fundamental una vez que pagas un albergue) y pateamos un poquillo Wellington. Desayunamos en el café del teatro y pasamos por la calle Cuba, centro fiestero por lo que nosotras sabemos.

Seguimos por Courtenay hasta el centro cívico y entramos en el City Gallery, museo gratuito de arte moderno donde vimos una triple exposición y luego, por el muelle, llegamos hasta el museo Te Papa, también gratuíto y en donde pasamos un buen rato. Evidentemente, lo primero fuimos a ver todo el rollete maorí: el Te Marae es un templo maorí imrpesionante que cuenta con sus figuras la mitología. Luego avanzamos al Mana Whenua, en donde había Canoa de guerra, fotografías antiguas, cabaña pescadora, templo... Hecho esto fuimos hacia la parte de la ciencia, donde había cosas muy didácticas para conocer los terremotos, los movimientos de las placas tectónicas, como Christchurch se extá desplazando dos centímetros al año... y por último nos metimos en un lugar recreado de flora autóctona y representación de cuevas..

Hecha toda la visita turística de rigor, llamamos a Pepe, pillamos a Lola y nos fuimos rumbo a Palmerston North.

 

Pasar a la siguiente página