Aprovechando nuestro billete de inteterrail, decidimos dejar un día para hacer una excursión a Siena: A una hora de Florencia hacia el interior de la Toscana, se asienta esta ciudad: está colocada sobre tres colinas y rodeada de murallas. He leído que da la bienvenida a sus visitantes con una leyenda escrita sobre una de sus puertas: “Siena te abre su corazón más que esa puerta”.

Hay dos plazas céntricas que son de lo mejorcito: por un lado, la Piazza del Campo, dominada por el Palazzo Publico y la torre de Mangia. Está aposentada sobre un antiguo foro romano, y en ella se celebra la fiesta del Palio, que luego contaré..

La otra plaza importante es la del Duomo. Allí hay también un museo que tiene acceso a una torre desde la que ver la ciudad.

PALAZZO PUBLICO

En la Piazza Do Campo se celebra la fiesta del Palio: si bien no está claro si tiene su origen en Siena o en Ferrara, esta fiesta debe ser absolutamente espectacular. Primero, un desfile con todos vestidos con ropa medieval (hablamos de que esta fiesta proviene más o menos del siglo XIII). Luego, la competición de los abanderados, en la cual los participantes arrojan sus banderas al aire. Y por último, lo mejor: la carrera a caballo. Vale todo y puede pasar cualquier cosa. En la Corse del Palio los jinetes montan a pelo sobre el corcel agarrándose a las crines; se empujan, se insultan y se fustigan unos a otros. La galopada es vertiginosa y puede durar sólo un minuto.