Día 1: 18 de Septiembre, jueves

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Llegamos a Berlín a eso de las 7.30 de la mañana, y nos fuimos directamente a la estación de metro para desplazarnos a la Postdamer Platz, donde se encontraba nuestro futuro hogar.

El apartamento era genial: estábamos en el centro de la ciudad y el sitio era muy acogedor. Nuestro casero, Rafael, nos subió a la azotea para enseñarnos Berlín desde las alturas. A la derecha, fijándose bien, puede verse el Reichstag o parlamento con su cúpula de cristal; y justo enfrente se ve la puerta de Brandenburgo, a cinco minutos andando desde nuestra casa. Tambiéns e puede ver un globo que asciende 150 metros para tener las mejores vistas de la ciudad.

En la panorámica de abajo se ve el Fernsehturm ( apartir de ahora, en confianza, el pirulo), que veías casi fueses donde fueses. Las cúpulas que se ven a su derecha son las de la Gerndarmenmarkt y la Bebelplatz, con sus catedrales e iglesias.

Ya solos y tranquilos, tras una ducha reparadora, nos dispusimos a comenzar nuestro pateo. En este día no utlizamos el metro para nada: todo parecía estar cerca. Además, era nuestra toma de contacto con la ciudad.

Decidimos empezar por la puerta de Brandenburgo. ¿qué mejor sitio?

 

 

 

 

PUERTA DE BRANDENBURGO

 

La puerta fue construida en 1791, y está inspirada en los propileos de la Acrópolis de Atenas.

 

El centro de la misma se halla coronado por una cuádriga guiada por lad iosa de la victoria. Encima puede verse cómo quedó todo al terminar la segunda guerra mundial y cómo está hoy en día.

 

Detrás suyo, la plaza del 18 de marzo, que homenajea el nacimiento de la democracia parlamentaria en Europa. Delante, mimos vestidos de militares para sacarse la foto con los turistas.

 

Cuando todavía estaba el muro, dicha puerta quedaba en el lado oriental y, eviedentemente, su paso quedaba cerrado, con lo cual nadie podía cruzarla.

 

Comenzamos a ascender por la Strasse des 17 juni, en dirección a la columna de la victoria. En medio, nos encontramos con el monumento al soldado soviético: en el asalto final a Berlín fallecieron mas de 80.000 de ellos.

 

Los bloques de marmol con los que fue construido, porcedían de la cancillería del Reich, que había sido destruída, y detrás del monumento hay enterrados unos

2.500 rusos.

Los dos T-34 que flanquean el monumento, en teoría son los dos primeros tanques rusos que entraron en Berlín cuando la ciudad ya había caído.

 

Trasteando por el parque de Tiegarten, donde podían verse incluso garzas

 

Frente al Sony Center. Tras perdernos por el parque de Tiegarten, con una jirafa gigante hecha con piezas de Lego.

La Columna de la Victoria, que conmemora la victoria de Prusia en alianza con el imperio austriaco contra Dinamarca en 1864. A la derecha y abajo, cruzando el río Spree.

Abajo, el garito en el que probamos nuestras primeras salchichas, acompañadas de una extraña mostaza dulce.

 

De nuevo de vuelta a la puerta de Brandenburgo, cruzamos un nuevo puente, con un extraño edificio moderno gigantesco de fondo que no tenemos ni puñetera idea de qué era.

Un extraño artefacto a pedales con volante que pasó por nuestro lado. A la derecha, de vuelta a la puerta de Brandenburgo.

A continuación, distintos momentos de péridida. ¡qué chungos son los nombres alemantes! Abajo, acabamos en la facultad de medicina, porque andaba buscando yo un agujero en el suelo con una biblioteca vacía que recordaba la quema de libros por parte de los nazis, pero resultó que estaba en otro sitio, y era bastante complicado comunicarse a través de la mímica con un vigilante que sólo hablaba alemán.

 

Y ya por último en este primer día, las vistas de la Postdamer Platz desde la terraza de nuestro apartamento:

 

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