Y así acabaron las andanzas conjuntas de grises y verdes.
Al día siguiente, la furgoneta gris con Zigor, Koto y Alaitz emprendió el retorno para llegar a la Aste Nagusia. Dejaron a Silvini en Verona para que cogiera el tren que la subía a Cavalese para visitar a sus padres, y la furgoneta verde con Karli, Noe y la piccola terrible emprendió dirección a Italia para ver un par de ciudades y subir también a la montaña para conocer los Dolomitas...
Pero antes está Trieste, y venecia... bueno, que todavía queda un ratito de viaje...