Isla Krk (Croacia)
 
Volver al índice principal

 

Abandonamos los lagos de Plitvice siguiendo los consejos de Antonio, el GPS de Álvaro y Ana. El infernal aparato nos adentró en las profundidades de los campos de minas y las casas tiroteadas, hasta que optamos por ignorar sus consejos.

Una vez retornados a la civilización libre de minas, paramos a comer en un pueblo donde Alaitz hico un amigo, Tena, al que su padre le daba cerveza para beber. De camino al puente que une la isla Krk con el continente, había varios puestos de carretera donde comprar queso y miel, y allí que paramos para catar la gastronomía local...

Al fin llegó la etapa relajada de nuestro viaje. A partir de aquí, nos tomaríamos Croacia de otra manera: mucho viaje a la playita, paseos tranquilitos por los pueblitos, compras, hubo quien se fue a escalar... vamos, un poco de todo.

Escogimos Baska porque nos lo habían recomendado: en ese pueblo siguieron con nosotros Álvaro y Ana, y montamos un auténtico campamento chacho con las tres furgonetas, como puede apreciarse.

El mar adriático: una gozada. Las vistas: impresionantes. Lo que se ve enfrente es otra isla. Eso sí, la arena de los folletos es un truco del photoshop. Todo eran piedras...

Tras múltiples discusiones, optamos por quedarnos en Krk pero dirigirnos a otro punto de ella: Njivice. Álvaro y Ana continuaron su camino a Pula y nosotros continuamos nuestro período de relajación haciendo baños en el adriático y disfrutando de la gastronomía local. Incluso colgamos la hamaca: que fue donde dormí yo una noche para salirme de la furgoneta del amorrrr...

Hicimos incluso nuestro particular txupinazo de fiestas de Bilbao: empezamos con Gora Marijaia y acabamos con momentos punkis ambientados por la Pola records: puede verse a Zigor y a Koto en su particular arrebato de la Aste Nagusia...

Y así acabaron las andanzas conjuntas de grises y verdes.

Al día siguiente, la furgoneta gris con Zigor, Koto y Alaitz emprendió el retorno para llegar a la Aste Nagusia. Dejaron a Silvini en Verona para que cogiera el tren que la subía a Cavalese para visitar a sus padres, y la furgoneta verde con Karli, Noe y la piccola terrible emprendió dirección a Italia para ver un par de ciudades y subir también a la montaña para conocer los Dolomitas...

Pero antes está Trieste, y venecia... bueno, que todavía queda un ratito de viaje...

 

Vuelta a la zona anterior: Lagos de Plitvice
Pasar a la zona siguiente: Trieste
Vuelta a la página principal