Lago Bled y Alpes Julianos (Eslovenia)
 
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LAGO BLED

Llegamos al lago Bled a primera hora de la tarde, y nos fuimos a reconocer el terreno y a encontrar la oficina de tursmo. Mas arde, al pedir un café, la piccola pudo practicar sus habilidades de gato de Shrek con la camarera, ante la sorpresa de sus compañeros furgoneteros, que desconocían su peligrosa arma. Con un calor tremendo, nos fuimos a un embarcadero donde no vimos carteles de prohibición y nos dimos un bañazo. Eso sí, Karli sufrió un corte en el dedo por hacer el mal. Me explico: trató de hacerme una ahogadilla, y cuando me defendí y se la hice yo a él, pegó una patada a una piedra. Esto sería determinante para las excursiones posteriores, aunque ya lo explicaré.

Al salir del agua, se nos unieron un grupo de cordobeses que andaba por allí de trekking.

Esa noche nos fuimos a dormir al parking de la subida al Triglav. Allí, parte de la cuadrilla subiría al monte, y otra parte nos iríamos a ver la garganta de Vintgar.

Al Día siguiente, nos dividimos en grupos. Zigor se fue a subirse el Triglav, el pico mas alto de los Alpes Julianos. Silvini y la piccola se fueron prontito también pero con intención de hacer algo más liviano; y Koto y Alaitz subieron un pelín mas tarde para dar un paseo montañero. Todos acabaron uniéndose en a saber qué punto.

Por otra parte, Karli, con su pie lesionado; y yo, que malditas las ganas que tenía de subir monte habiendo bonitos paseitos sin pendiente; nos fuimos a conocer la garganta de Vintgar, muy chula.

MOMENTOS TRIGLAV DE ZIGOR
MOMENTOS TRIGLAV DE ALAITZ Y KOTORRO

MOMENTOS TRIGLAV DE SILVINI Y LA PICCOLA TERRIBLE

(QUE ACABARON ENCONTRÁNDOSE CON KOTORRO, ALAITZ Y ZIGOR)

MOMENTOS VINTGAR DE KARLI Y LA NOE

Finiquitadas nuestras excursiones, quedamos en Kranjska Gora para cenar. Luego buscamos un arcén donde aparcarnos para dormir y caímos reventados.

Al día siguiente fuimos a Bovec para analizar la posibilidad de hacer canoa, pero pronto quedó descartada por la hora que era, así que retornamos de nuevo al Lago Bled.

 

A la derecha, el despertar (o mas bien el dormir) furgonetero

Y así retornamos de nuevo al Lago Bled, pero a la zona cercana al camping, donde había playita y nos pudimos bañar con alegría.

Al día siguiente madrugamos y, tras mucho debate, optamos por dirigirnos ya a Croacia, aunque decidimos parar en una ciudad llamada Doleniske Toplice, que estaba casi en la frontera, para coger fuerzas antes de entrar en Croacia.

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