Siguiente paso: Venecia. Por fin nos compramos un mapa de carreteras, con lo cual empezamos a sentirnos mas confiados en nuestra orientación. La llegada no fue muy espectacular: nos pasamos todos los campings y llegamos con la furgo a Venecia. Nos metimos en un parking, pero cuando vimos la clavada monetaria que nos metían, decidimos irnos de nuevo en busca del camping perdido y volver luego a la city en medio de transporte público.
En camping en el que estuvimos: de lujo. Se llamaba Camping Venecia, estaba a cinco kilómetros de la ciudad y tenía una parada de autobús justo enfrente. Conseugimos un lugar plagado de árboles con sombra durante todo el día, aunque lo único malo era que la limpieza de los baños dejaba mucho que desear. Nuestros vecinos eran unos ancianos sicilianos muy majetes.
Esa tarde tomamos contacto con la ciudad. Al día siguiente nos cogeríamos un vaporetto para ver la isla de burano y finiquitaríamos Venecia (por esta vez, yo no se que tengo que siempre acabo en Venecia).
Antes de retornar a Venecia para coger el vaporetto rumbo a Burano, paramos en un super y la piccola no puedo evitar sacarse una foto con una furgoneta maravillosa que había allí aparcada.
Y esta la isla de Burano: callejeamos un rato y luego nos metimos en un restaurante a comer pescado...
A la vuelta cogimos un vaporetto distinto que empezó con una ruta diferente, así que por un momento creímos que nos habíamos liado y nos iba a sacar de Venecia pero no.. Conseguimos volver a la inundada urbe y despedirnos de ella hasta la próxima...
