Si bien la idea inicial era ir a ver una misa gospel en Harlem, tras la recomendación de un venezolano con el que coincidí y de el guía turístico del hotel, al final optamos por ir a ver el desfile de Pascua, que solo pasa una vez al año.
Diferente al resto de los desfiles que se organizan en la ciudad para conmemorar otras fechas, el desfile de Pascua es un evento menos organizado e informal. Sin carrozas ni bandas musicales o coreográficas, es más bien una procesión original y un poco circense para celebrar la Pascua estilo Nueva York.
Contrariamente a lo que se esperaría de un desfile en una fecha religiosa, el desfile del Domingo de Pascua en Nueva York, es un evento bastante extravagante al que asisten una gran cantidad de personas todos los años, y en el que se destacan las mascotas, a veces exóticas, al igual que los excéntricos trajes y sombreros, de muchos de sus participantes.
El desfile es una tradición que se remonta a mediados del siglo XIX, época en la cual, las personas más adineradas de la ciudad asistían a los servicios de Pascua en la catedral de San Patrick y otras iglesias de la ciudad. Tras la misa, muchos desfilaban con sus carruajes por la Quinta Avenida, en procesión hacia las demás iglesias para admirar las diferentes decoraciones de Pascua, y a la vez exhibir sus elegantes trajes y sombreros ante los espectadores que se aglomeraban sobre la avenida para poder apreciar las últimas tendencias de la moda y los tradicionales sombreros del día de Pascua de los más acomodados. Transformado en una combinación de tradición religiosa y desfile de moda, el evento fue creciendo en popularidad hacia mediados del siglo XX, llegando a tener más de un millón de asistentes en 1947. Con el tiempo, la popularidad del desfile ha ido disminuyendo con una asistencia estimada de alrededor de treinta mil personas en los últimos años.
Manteniendo la tradición, y en muchos casos a modo de sátira de glorias pasadas, actualmente muchos de los participantes se lucen con llamativos trajes coloridos y sombreros estrambóticos, adornados de flores y fantasía, acompañados de sus mascotas, que también van vestidas para la ocasión. Conocido también como el Easter Bonnet Festival, los sombreros tienen un rol protagónico en el desfile y se pueden ver verdaderas creaciones artísticas y diseños estrafalarios, desde ruedas de la fortuna a jardines y nidos con aves vivas, como en desfiles anteriores.
Desde luego que, como puede verse en las fotos, es un desfile tremendamente peculiar.